Tp N°
3
En este caso
trabajamos con la lectura del cuento “Olfato” de Ezequiel Martínez Estrada, basándonos en los distintos olores y aromas
descriptos por el autor. El ejercicio
consistía en generar impresiones olfativas a través del tratamiento plástico de
los materiales. Así como en el texto se abocan todo tipo de olores a través de
una relato, del lenguaje mismo, nuestro desafío fue lograr esas mismas
impresiones pero valiéndonos de un lenguaje puramente plástico, sin caer en lo
figurativo ni en lo simbólico.
En
estos trabajos mi atención se centró en el olor a cementerio, el smog de la
ciudad y la humedad. Por eso aparecen pequeños pétalos de flores detrás de
manchas de hollín sobre un vidrio. También hay cera de vela que forma parte de
un collage, y papel transparentado con manchas de aceite de cocina. Las obras
mantienen un formato relativamente pequeño y han sido encuadradas, tanto por
razones prácticas como compositivas. En lo práctico utilicé el vidrio como
soporte de las manchas de hollín, y estéticamente me pareció que la idea de
“Pequeños cuadros” servía para relacionar los trabajos con la intimidad de una
casa, con los adornos y decorado, objetos que se encuentran sobre una pared
húmeda o sobre algún mueble
Experimente
con aceite comestible sobre hojas de papel sulfito, las manchas que
transparentaban la hoja me hacían pensar en la lluvia, en la humedad de las
paredes. También recurrí al efecto de las gotas que caen de una vela, como
quedan adheridas a cualquier superficie, pero más que todo, lo que me movilizó
a usarlas, fue olor un poco tóxico del humo de las velas cuando se apagan. Entonces
empecé a manchar con hollín el vidrio, y me gustó mucho el resultado; los
rastros de humo sobre una superficie transparente, la forma de obstruir la luz.
Me pareció muy significativo en relación al habiente urbano, copado de smog y
de vehículos que lanzan humo todo el tiempo.
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